viernes, 14 de julio de 2017

Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje

Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje


Actualmente estamos inmersos en la sociedad del aprendizaje, conocida también como Life Long Learning (L3), donde se incorporan los ámbitos virtuales como medios educativos; ello propicia la migración del estudiante de un ámbito pautado, donde el docente es el centro del proceso, transmisor de conocimiento, donde el recurso didáctico por excelencia es el libro; a un entorno de amplias posibilidades, donde los estudiantes son protagonistas de cambio, responsables de su aprendizaje, constructores de conocimiento y comunicadores con una multitud creciente de canales y medios.

El estudiante en el nuevo entorno virtual adquiere competencias para el aprendizaje autónomo, a través de líneas que demandan su reflexión y creatividad, donde el aprendizaje colaborativo es fundamental, el objetivo fundamental es que aprenda a aprender para la vida.

El docente brinda apoyo y orienta, motiva y anima, modera y es guía durante todo el proceso, valorar y da seguimiento al logro de objetivos y competencias.

¿Qué es ser un estudiante en línea?

Se distingue por aprender de manera independiente, ya que tiene a su disposición un conjunto de elementos que le permiten contar con tutoriales e información para el autoaprendizaje y no depende del docente para tener acceso a ello. En un entorno virtual no hay lugar para un aprendizaje pasivo y dirigido.

El estudiante en línea no espera a que el docente le indique lo que tiene que hacer; toma un papel activo al involucrarse en el proceso como responsable de su aprendizaje; no está sujeto a espacios físicos con horarios rígidos, la flexibilidad da paso a la autorregulación; lo que implica que él determine: dónde, cómo, cuándo, y cuánto estudia, otorgándole un papel protagónico dentro del proceso educativo. Sin embargo, pese a que la modalidad es flexible, existen tiempos de entrega, por lo que es muy importante que el estudiante se administre a fin de cumplir cabalmente con sus actividades académicas.

El estudiante interactúa de manera síncrona o asincrónica con el docente y con los compañeros de grupo.

En el aula virtual, el estudiante cuenta con una serie de materiales recomendados por los desarrolladores del curso para potenciar el aprendizaje, interactúa con los contenidos y con sus compañeros para construir el conocimiento y ampliar sus experiencias.

Las características que debe poseer un estudiante en son:
·       Actitud proactiva: que le permitirá tomar decisiones respecto a su aprendizaje y desempeño, sin perder de vista el objetivo planteado.
·       Compromiso con el aprendizaje: el estudiante en línea es responsable de su aprendizaje.
·       Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias: el estudiante en línea debe aprender a aprender.
·       Actitud para trabajar en entornos colaborativos: lo que enriquece el propio proceso cognitivo.
·       Metas propias.
·       Aprendizaje autónomo y autogestivo.

Los retos para el estudiante en línea:
·       Dejar atrás el aprendizaje dirigido. En esta modalidad tenemos que aprender a ser autogestivos, autocríticos y reflexivos.
·       Adoptar una actitud crítica y creativa.
·       Cuestionar, replantear, investigar e idear nuevas formas de descubrir, con el impulso de seguir explorando y generar la oportunidad para obtener más conocimientos.
·       Evitemos tan sólo memorizar y repetir.
·       Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante.
·       Fortalecer la comunicación escrita.
·       Dejar atrás los entornos competitivos.
·       Gestión y administración del tiempo.
·       Destrezas comunicativas. Debemos potencializar nuestras habilidades de lectura y escritura.
·       Convertirnos en alfabetas digitales.


Funciones del docente:
·       En caso de preguntas excesivamente genéricas: promover una actitud que favorezca la gestión del aprendizaje autónomo, fomentar la lectura, recalcar que aprendizaje es del alumno y que los compañeros puedan ayudar.
·       Delegación de responsabilidad. Que el estudiante desarrolle competencias para ser gestor de su aprendizaje.
·       Cuando los alumnos no responden a la demanda de participación. Aumentar la motivación, empleo de un lenguaje correcto y sugerir que el grupo organice sus actividades personales
·       Ante las disputas o enfados. Fomentar la comunicación y entender que una palabra, una frase, un párrafo o inclusive un emoticono, así como tratar de centrar nuestras intervenciones en el contenido


Conclusiones
Es necesario que los sujetos adquieran nuevas habilidades y competencias que les permitan tener el juicio crítico necesario para buscar, seleccionar, analizar, procesar, comunicar información so riesgo de naufragar en el mar de datos que día a día nos bombardea.

El verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarnos del conocimiento.


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